Johann Sebastian Bach (1685-1750) escribió alguna de la música más bella del mundo, y casi todas sus composiciones eran para usarlas en la iglesia. Pasó casi toda su carrera como organista de iglesia y director del coro en varias iglesias en su Alemania natal. Él creía que la Palabra de Dios podía penetrar más eficazmente el alma humana a través del oído, ya que escuchaba música celestial. Para Bach, el trabajo de crear música no sólo era una forma de expresión creativa, sino también un acto de alabanza y devoción. Comenzó su composición, escribiendo In Nomine Jesu ("en el nombre de Jesús”) y termino escribiendo Solo Dei Gloria ("sólo a Dios sea la gloria"). Cuando yo era un estudiante en la escuela primaria católica, firmábamos la tarea en la parte superior de la página “JMJ”, Jesús María José, para pedirle a la Sagrada Familia que hiciera santo el trabajo que estábamos haciendo. ¿Y si hiciéramos el trabajo que hacemos un acto de alabanza y devoción? Tal vez podríamos ofrecer el trabajo que hacemos - el funcionamiento de nuestro negocio, el cuidado de un familiar anciano, haciendo nuestras lecciones para la escuela - como actos de alabanza y devoción. Tal vez nuestro trabajo, también, como la música de Bach, hará volver el corazón de las personas que nos rodean a Dios, en quien por sí sola es la gloria. - - - P. Jim
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Fr. James ChamberlainPastor of Saint Catherine of Siena Catholic Church Archives
September 2015
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