Los osos negros son bastante comunes en las Montañas Smoky, o eso es lo que dice. Pero no se ven muy seguido. Cuando mi buen amigo, Todd y Yo estábamos construyendo nuestra caballa en el borde de las montañas, un oso venia y se paraba en un roble que estaba cercas de nuestra línea, y nosotros hemos conservado ese árbol en su memoria. Todd se lo encontró una noche – cara a cara!- pero después de que terminamos la caballa, dejo de venir a ese lugar. O, por lo menos, dejamos de verlo. Los Osos son excelentes trepadores de árboles. Una vez Todd y su esposa andaban de excursión en los Smokies, escucharon un sonido de animal, levantaron la mirada y miraron a una Osa mama y a su cachorro arriba de un pino blanco, como a unos 70 pies en el aire. Todd y To estamos preguntándonos ahora cuantas veces en nuestras excursiones por las montañas tal vez nos hemos perdido de ver a osos trepados en los árboles, simplemente porque no los estábamos buscando. El evangelio de este domingo nos recuerda que seguir a Jesús es una cuestión de recobrar nuestra visión lo suficiente como para ver nuestra propia maldad. No hay un lugar para una persona ciega en el Reino de Dios. Estar conscientes de nuestros propios pecados es incómodo, incluso aterrador – como ver a un oso en el bosque. Pero es solo estando conscientes que reconocemos nuestra necesidad del Salvador, El que murió por nosotros en la cruz. Que el Señor Jesús habrá nuestros ojos para ver todas las cosas con más claridad! - - - Fr. Jim
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Fr. James ChamberlainPastor of Saint Catherine of Siena Catholic Church Archives
September 2015
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